ASPIRINA PARA EL CANCER
Aunque es quizá el medicamento más antiguo de la farmacología moderna y se utiliza como analgésico y antiinflamatorio hace más de 100 años, la Aspirina no deja de dar sorpresas. Hace pocos meses un estudio ratificaba que la Aspirina reducía considerablemente los riesgos de cáncer de colon y, más recientemente, se demostró que aún a pequeñas dosis también reduce el riesgo de otros tipos de cáncer del tracto digestivo, de pulmón y hasta de próstata. Además de haberse corroborado que controla significativamente los riesgos de enfermedad cardiovascular, científicos y expertos insisten en que todas las personas mayores a 40 años deberían tomar una aspirina al día.
AHORA PARA EL GUAYABO
Como si no fueran suficientes todos los beneficios que se le han atribuido a la Aspirina, una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad Thomas Jefferson en Philadelphia, Estados Unidos, concluye que es el mejor remedio para el guayabo o resaca. Si bien las estadísticas indican que son muy pocas las personas que no se han visto enfrentadas a las consecuencias del exceso de tragos, el malestar, dolor de cabeza, mareo, náuseas, etc., característicos de la mañana después de una ‘noche de copas’, hacen un cuadro fácil de controlar. Por eso, miles de ‘recetas mágicas’, bebidas de toda índole y remedios caseros, son utilizados en todo el mundo para el control de los síntomas que produce el metabolismo del etanol, muchos de estos sin mayor respuesta. Por eso, se realizó este estudio, en donde se utilizó un modelo de laboratorio con animales y demostró que la Aspirina, acompañada de un buen café, es la mejor de las soluciones para el guayabo.
LOS MEDICAMENTOS DEL FUTURO
Todo indica que en el futuro próximo, la farmacología tendrá una tendencia a individualizar los tratamientos. En la actualidad encontramos fármacos dirigidos al control de enfermedades, que tienden a producir con frecuencia efectos secundarios no deseados y a menudo fracasan en su objetivo. Pero tanto la industria farmacéutica, como la ciencia y la medicina, han demostrado en los últimos tiempos que esa tendencia que ha tenido desde sus comienzos, dirigida exclusivamente al control de las enfermedades se está modificando rápidamente, hacia un enfoque más personalizado e individual de los tratamientos y, por lo tanto, de los medicamentos que se utilizan en cada caso. Pasando de la producción y consumo masivos de medicamentos ‘estándar’, que vienen en una presentación específica y están dirigidos al control de enfermedades, como por ejemplo antidepresivos, agentes de quimioterapia contra el cáncer e incluso antibióticos, la industria está empeñada en lograr sistemas que cuenten con la capacidad de desarrollar medicinas individuales, garantizando así su acción y reduciendo los efectos secundarios.
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