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domingo, 23 de octubre de 2011

AÑO NUEVO VIDA NUEVA

“AÑO NUEVO, VIDA NUEVA”
Esta trillada y cursi frase, no deja de repetirse en los primeros días de cada año. ‘No hay duda de que este año todo va a ser mejor’, dicen algunos. Pero al final, tenemos que aceptar que estas fiestas solo las marca el calendario y lo único que dan es el espacio para reunirse en familia y cometer todo tipo de excesos. Excesos en comida y alcohol, principalmente. Pero también, debemos reconocer, que dan el espacio para proponerse cosas como hacer dieta, dejar de comer grasas, dejar de fumar, empezar a ir al gimnasio, cambiar de trabajo, empezar a estudiar, etc. Así podríamos seguir indefinidamente, pero lo más triste del caso, es que las estadísticas han demostrado que más del 99% de estos propósitos de año nuevo se desvanecen en las primeras semanas del año. No es sino llegar a la rutina diaria y al final todo sigue prácticamente igual. Pero este año tiene algo de especial, y es en medicina y salud. Las cosas, finalmente han empezado a cambiar y este año, además de marcar el inicio de la segunda década del siglo XXI, se caracterizará por empezar a demostrar los cambios más importantes y significativos en la historia de la medicina reciente.

LA NUEVA MEDICINA.
En la década pasada, vimos cómo resurgió la cirugía robotizada, el diagnóstico y tratamiento genético, se avanzó como nunca antes en el control de enfermedades milenarias como la malaria, se desarrollaron métodos de diagnóstico y tratamiento que nunca antes habían sido imaginados, e incluso, hace pocas semanas científicos de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA, han publicado un estudio donde postulan la posibilidad de curar el VIH a través de tratamientos con células madre. Es probable que en esta década, veamos una vacuna o cura en contra esta terrible infección, que sigue afectando a más de 40 millones de personas en el mundo. De la misma forma, muchos esperan finalmente poder encontrar un mecanismo de control, prevención y manejo en contra de enfermedades como la de Alzheimer, la diabetes, la ceguera y otras muchas condiciones, que van desde el autismo, hasta las enfermedades infecciosas más terribles. La medicina, más que tener una tendencia a especializarse como sucedió en la segunda mitad del siglo XX, en este siglo se ha tecnificado. En el corto plazo, es probable que podamos contar con la posibilidad de adquirir una memoria externa que se conecte a nuestro cerebro o simplemente reconectar partes del cerebro que han sido afectadas por alguna condición. Con la nanotecnología y la medicina biológica, podremos crear nuevos órganos y curar otras enfermedades. Al final, puede que la vida diaria siga igual, pero estoy completamente seguro de que esta década que ahora empieza, cambiará la medicina para siempre y permitirá que las personas tengan una mejor calidad de vida y menos sufrimiento.

LA MEDICINA EN COLOMBIA
Este tema si es difícil e impredecible. Aun con una ley que ha deteriorado al máximo la calidad de la atención en salud, con un terrible control de calidad de los servicios de salud, con médicos y trabajadores de la salud mal preparados, contamos con un sistema que más o menos funciona. Sería imposible de saber cómo estamos, debido a que no hay forma de conocer estadísticas, cifras o datos confiables sobre diagnósticos, tratamientos o fallecimientos, ya que contamos con un sistema de información estadística completamente incompetente. Ni hablar del control de los medicamentos, lo que todo indica que va a empeorar, ya que nuestro Ministro de Salud insiste en recetar únicamente medicamentos genéricos, cuando en Colombia los genéricos tienden a ser de la peor calidad posible, ineficientes y la mayoría carecen de pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad, que son las que le garantizan al consumidor que ese medicamento genérico, funciona exactamente igual al original. No sé porqué, antes de insistir en consumir genéricos, no se establecen leyes de control estrictas y seguras, que le den garantías al consumidor. En este caso, lo barato sale caro y el señor ministro no parece reconocerlo. Y ese es solo el principio. Al final, solo falta tener fe en que los cambios que propone el nuevo gobierno aseguren una mejor atención al usuario y una mejor calidad de la medicina colombiana!

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